Jeremy Bentham
El filósofo social del siglo 18-19, le dejó al mundo una herencia bastante extraña en su testamento: Su cuerpo preservado y bien vestido. Nadie sabe realmente que pretendía Bentham con este “regalo” pero desde su muerte en 1832, el esqueleto vestido de Bentham junto a un modelo en cera de su cabeza, ha sido preservado en un gabinete de madera y vidrio. Ahora se encuentra en la University College London y es movido ocasionalmente para que Bentham pueda “asistir” a reuniones.
Bentham realmente no quería una cabeza de cera y de hecho cargaba consigo los ojos artificiales de vidrio que deseaba se colocaran en su propia cabeza conservada, pero en el proceso de conservación, su cara fue distorsionada, por lo que tuvieron que usar la réplica de cera. Por muchos años la verdadera cabeza de Bentham se encontraba junto a sus pies en el gabinete, pero fue víctima de los bromistas tantas veces que tuvo que ser puesta a resguardo.
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